Recibir recursos de cualquier forma.
Llama la atención La forma en que el
Gobernador Daniel Scioli, está dispuesto a aceptar, cualquier financiamiento,
que lo ayude a salir del déficil fiscal, ¿Cuando en un futuro, esté en el
mismo o mayor problema, aceptará cualquier dinero sin indagar de donde
surgen los recursos si son éticos o genuino? ¿EL juego, La prostitución, El alcohol,
El tabaco El contrabando, Las drogas?
Las dos oportunidades que el
gobernador Daniel Scioli desaprovechó para diferenciarse de la
Presidenta Doctora Cristina Fernández de Kirchner y de el ex Presidente Néstor
Kirchner es lamentable, la primera es el haber aceptado recibir dineros
de los jubilados “Que generosamente” la Presidenta, le dispensó, como si fueran propios y se equiparó con “Ella” colocándose a la par de la persona que no permite cobrar los juicios, a
los jubilados y que veto el 82 % móvil, derechos legitimados por el Congreso.
Como todo lo que es un paliativo por sí solo no dejará de serlo, el Gobernador tendrá que
buscar cómo solucionar el problema endémico del déficil fiscal, en que está hundida la Provincia, muy próximamente, cuando
esté en la misma o peor situación no podrá echar nuevamente mano a los recursos de los jubilados, ni
contar que con solo pronunciar la palabra “Esfuerzo” se solucionen los problemas ni podrá usar las frases, de la Presidenta que
desde luego se harán célebres, “El mundo se nos vino encima”, “Los
dólares se esfumaron”, etc.
La otra oportunidad que desaprovechó,
es que con la decisión de prolongar la
licencias de más de 20 Bingos en la Provincia de Buenos Aires, y pagar con los
dineros adelantados por los concesionarios, se daría una circunstancia nada ética, que los docentes, que tienen el deber
de advertir a los alumnos de lo malo y las nefastas consecuencias que
acarrea el juego por dinero, sean pagados con el botín que
el juego, les escamotean a los mismos ciudadanos.
El Gobernador no debió recurrir a semejante argucia y se hubiera podido diferenciar del ex Presidente Néstor
Kirchner, que 3 días antes de terminar su
mandato, prorrogó por 30 años una concesión de juego sin dar a saber
sus verdaderos motivos y que lo único que logró es que los concesionarios, les
sigan robando a los ciudadanos, por lo
general a los más humildes.
El robo que produce el juego se
le da viso de legalidad, y que el dinero vuelve al pueblo es un embuste que
indigna.
¿Qué porcentaje vuelve?,
¡Es un misterio! crean fastuosas construcciones para encandilar e
hipnotizar a los jugadores, esas estructuras las pagan los mismos ciudadanos.
Los millones de pesos que retiran sus
dueños desde luego no todo les queda para ellos, tienen que pagar (A sus socios), suculentas coimas
para habilitaciones y prorrogas de las concesiones.
Lo irónico es que el dinero que le
roban al pueblo y se lo reintegran, (Según el gobierno) en escuelas y
hospitales, no presentan
ningún comprobante y escondiendo los datos para una auditoria.
El despojo es muy grande, les
roban $1000 y le devuelven $1, si no fuera así, tendrían que haber
construido 100 escuelas y varios hospitales alrededor de cada Bingo.
La iglesia pide constantemente, que
dejen de crear, loterías, casinos y bingos en todo el país, desde el gobierno
se hacen los distraídos.
Alfredo Hernando
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